TERAPIA CONDUCTISTA, EXTINCIÓN Y RECAÍDA EN LA NEUROSIS


La terapia conductista está definida como la aplicación de los principios de la moderna teoría del aprendizaje al tratamiento de los trastornos neuróticos. Define los «síntomas» neuróticos como respuestas autonómicas condicionadas inadaptativas, existiendo unas actividades instrumentales musculares y esqueléticas para moderar estas respuestas condicionadas autonómicas.
El tratamiento consiste esencialmente en la extinción de las respuestas autonómicas, esqueléticas y musculares de este tipo. Esta extinción puede producirse de muchas maneras, pero la experiencia ha demostrado que la más útil e importante es probablemente la técnica de contracondicionamiento o «inhibición recíproca». Este método adquiere dos formas, conforme a la naturaleza del síntoma.
1) Cuando el síntoma tiene un carácter distímico (ansiedades, fobias, depresión, reacciones obsesivo-compulsivas, etc.), se supone que el trastorno consiste en reacciones simpáticas condicionadas y el tratamiento consiste en el recondicionamiento del estímulo (o estímulos) para producir reacciones parasimpáticas que, siendo antagónicas con las simpáticas, las debiliten y finalmente las extingan. A estos desórdenes los llamaremos «desórdenes de la primera clase».
2) Cuando el síntoma es de un tipo socialmente desaprobado en el que el estímulo condicionado provoca respuestas parasimpáticas (alcoholismo, fetichismo, homosexualidad) o cuando hay ausencia completa de una apropiada respuesta condicionada (enuresis, comportamiento psicopático), el tratamiento (terapia de aversión) consiste en parear el estímulo en cuestión con fuertes estímulos aversivos productores de reacciones simpáticas. A estos desórdenes los podemos llamar «desórdenes de la segunda clase». (Al indicar la distinción entre estos dos tipos de tratamiento en esta forma abreviada, hemos usado los términos «simpático» y «parasimpático» en un sentido taquigráfico más bien inexacto para referirnos a las experiencias hedónicamente positivas y negativas respectivamente.
H. J. Eysenck
Brit. J. Psychiat. (1963), 109, 12-18.

Publicado por Psic. Gerardo González Guadarrama

Lic. Psicología Educativa, Universidad Pedagógica Nacional Ajusco. Maestría en Psicología, Fes-Zaragoza UNAM.

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