
De acuerdo al DSM-IV, el Retraso mental se refiere a una capacidad intelectual general significativamente inferior al promedio y que se acompaña de limitaciones en la adaptación a las siguientes dreas: habilidades sociales/interpersonales, utilización de recursos comunitarios, autocontrol, habilidades académicas funcionales, trabajo, ocio, salud, y seguridad.
El retraso mental se clasifica en cuatro categorías basadas en el nivel de funcionamiento intelectual.
Retraso mental Leve Cl entre 50-55 a 70
Retraso mental Moderado Cl entre 35-40 a 50-55
Retraso mental Grave Cl entre 20-25 a 35-40
Retraso mental Profundo Cl inferior entre 20 a 25
Se proponen las siguientes conductas para sospechar de la presencia de retraso mental.
Aprendizaje y desarrollo de habilidades mucho más lento que en otros niños de la misma edad.
Vocabulario y habilidades de lenguaje deficientes.
Necesidad de objetos concretos y de experiencias para formar un patrón de conceptos y habilidades
Requerimiento de repeticiones numerosas para entender y recordar conceptos y habilidades.
Dificultad de comprensión del lenguaje complejo y de conceptos como instrucciones simples.
Los factores que pueden ocasionar retraso mental pueden ser hereditarios (errores en el metabolismo, aberraciones cromosómicas); alteraciones tempranas del desarrollo embrionario (alteraciones cromosómicas o afectación Por toxinas); problemas durante el embarazo y problemas perinatales (malnutrición fetal, prematuridad, hipoxia, infecciones víricas y traumatismos); enfermedades médicas adquiridas durante la infancia y la niñez (infecciones, traumatismos y envenenamiento); y por otros trastornos mentales (privación de crianza y estimulación social, lingüística y trastornos mentales graves).