Problemas de Conducta Infantil



Los problemas de conducta infantil se han definido como el grupo de “…conductas que violan los derechos de otros (p. ej., agresión o violación de la propiedad privada) y/o que promueven que el individuo se involucre en conflicto con las normas sociales o las figuras de autoridad”.

Es común referirse a dichos problemas como el desorden negativista desafiante, la conducta agresiva e incluso el déficit de atención con o sin hiperactividad.

Sin una intervención apropiada, es usual observar que los problemas de conducta se transforman en comportamiento antisocial o de consumo de drogas. Por lo que resulta importante interrumpir la progresión hacia el comportamiento antisocial a partir de intervenciones exitosas.

La meta del entrenamiento conductual para padres es reducir su propia conducta coercitiva o negativa, así como el incremento de su conducta positiva, con el fin de lograr eliminar o disminuir las conductas disruptivas del niño.

Las metas específicas del entrenamiento a padres han sido incrementar la atención a conducta apropiada, ejercer control a través de límites consistentes en escenarios e ignorar o usar tiempo fuera para la conducta inapropiada.

Lo importante, entonces, es que el padre sea el agente del cambio de las conductas problema del niño, independientemente de si son conductas observables directamente o “internas”

Contra control



Es un concepto operante skinneriano que postula que los intentos de un individuo de ejercer control sobre el comportamiento de otra persona pueden evocar una respuesta de contracontrol de la persona controlada que funciona para evitar o escapar de las condiciones potencialmente aversivas generadas por el controlador.

El intento de una persona (es decir, el controlador) de ejercer control sobre el comportamiento de otra puede provocar una respuesta de contracontrol por parte del receptor previsto (es decir, el controlado). Dentro de este marco operante de reforzamiento negativo, Skinner  observó que un sujeto controlado puede involucrarse en dos tipos de respuestas de contracontrol: una respuesta abiertamente agresiva después del contacto con condiciones de control aversivas; o una falta de respuesta pasiva o evitación de la solicitud del controlador. En ambos casos, la respuesta de contracontrol funciona para extinguir o castigar el intento del controlador de controlar o manipular el comportamiento del controlado.

 la conceptualización de Patterson ( 1982) de los ciclos coercitivos y el incumplimiento infantil dentro de las unidades familiares proporciona otro ejemplo del efecto perjudicial de las respuestas de contracontrol dentro de las relaciones sociales.

*Spencer SD, King HC, Martone L, Houlihan D. Countercontrol: A Relational Frame Theory (RFT) Account and Revival of a 70-Year-Old Skinnerian Term. Perspect Behav Sci. 2022 Apr 28;45(2):457-467. doi: 10.1007/s40614-022-00337-y. PMID: 35502190; PMCID: PMC9045884

Entrenamiento operante verbal



Se basa en el marco establecido por Skinner (1957), y define las operantes verbales de acuerdo con sus eventos antecedentes y consecuentes controladores. Por ejemplo, Skinner definió el tacto como una operante verbal que es evocada por un estímulo no verbal, como un objeto o un evento, y se mantiene mediante un refuerzo no específico, como un reforzador generalizado o social. En comparación, los mandos se refieren a una operante verbal mantenida por consecuencias específicas relacionadas con una operación motivacional, como la privación o la estimulación aversiva. Estos dos operantes verbales, junto con el ecoico (es decir, la reproducción exacta de un estímulo vocal) son los principales objetivos en el entrenamiento temprano del lenguaje para niños con TEA.

Neurosis



La etiqueta “neurosis” incluye trastornos sin base orgánica demostrable, en las cuales el usuario puede tener una considerable introspección y conservar inalterada la capacidad de contactar con la realidad; ello se pone de manifiesto porque normalmente no confunde sus experiencias subjetivas y fantasías con la realidad exterior.

La conducta puede hallarse extraordinariamente afectada, aunque, por lo general, permanece dentro de los límites aceptables por la sociedad y además la personalidad no se halla desorganizada.

Entre sus principales manifestaciones encontramos la ansiedad excesiva, los síntomas histéricos, las fobias, los síntomas obsesivo-compulsivos y la depresión.

En el DSM-III la categoría de las neurosis fue abolida y los trastornos relacionados con ella asignados a categorías como trastornos de ansiedad y otros trastornos.

El uso variado de la etiqueta «neurosis», dificulta la comunicación entre los investigadores de esta área. Las definiciones imprecisas y las categorías que se solapan a menudo, impiden comparaciones significativas entre los datos de diversos estudios. Por tanto, es una necesidad urgente en este campo obtener un mayor acuerdo en la terminología para facilitar la comunicación y la interpretación de los datos.

Marks, I. M. (1986). Tratamiento de las neurosis: Teoría y práctica de la psicoterapia conductual. Martínez Roca.

Simulación



La simulación no es un trastorno mental per se, sino que debe entenderse como una condición que es «objeto de atención o tratamiento. En otras palabras, aunque la simulación no es un trastorno mental, presenta claras implicaciones psicológicas.

La simulación se define como «la producción intencional de síntomas físicos o psicológicos falsos o exagerados, motivados por incentivos externos.

Se sospecha de simulación, cuando cualquier combinación de los siguientes indicadores esté presente:

1. Presentación en un contexto médico-legal.

2. Discrepancia acusada entre el estrés o la alteración explicados por la persona y los datos objetivos de la exploración médica.

3. Falta de cooperación durante la valoración diagnóstica e incumplimiento del régimen de tratamiento prescrito.

4. Presencia de trastorno antisocial de la personalidad.

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